martes, 24 de agosto de 2010

Niño torero convulsiona a la Plaza Belmonte



Diario el Hoy - Santiago Aguilar
Miles de aficionados a la fiesta de los toros participaron en las Segundas Jornadas Culturales Taurinas, programa que pone en agenda una serie de actos relacionados al toro, su crianza y su lidia.

Manifestaciones humanistas como la danza, la pintura, la fotografía, la música y la artesanía cuentan con un excelente escaparate para la admiración del público que ha concurrido en forma multitudinaria a la Plaza Belmonte reafirmando la vocación taurina de Quito y su gente.

La gran manifestación popular se reflejó en los tendidos del tradicional escenario colmado de aficionados que, además de las exhibiciones descritas, disfrutaron de tres festejos taurinos que dejan un interesante saldo artístico, en el que se destaca el ruidoso triunfo de Paúl Játiva, niño de 12 años que debutó como novillero la noche del jueves logrando indultar a su oponente alcanzando las dos orejeas y el rabo de rigor.

Creemos que es de justicia destacar el triunfo del bisoño espada pues el alumbramiento de un niño torero es un asunto extraordinario que exige y reclama a sus mentores prudencia, paciencia e inteligencia. Prudencia y paciencia para no apresurar las etapas básicas que impone el aprendizaje de la profesión de lidiador e inteligencia para administrar con acierto una prometedora carrera.

Es que Paúl Játiva demostró el pasado jueves que puede llegar a trascender en el mundo del toro. Su habilidad al manejar el capote y la muleta y su acierto a la hora de utilizar los terrenos y las distancias conforman una base técnica que, agregada al carisma propio de su edad y a su menuda figura, dan como resultado inevitable un público entusiasta que se vuelca a apoyarlo.

Lo de Paúl no es una casualidad. Desde pequeño, se mostró como un adelantado a la hora de jugar "a los toros". Su hermano mayor, Cervando, aspirante a banderillero, gestiona la Escuela Taurina El Destello, que funciona en la casa familiar del barrio San Blas de Tabacundo, a la que asisten la nueva promesa junto a una docena de alumnos del sector.

Ese talento natural fue pronto aprovechado. Se presentó como becerrista en Píntag, en 2008, y ha sumado de allí en adelante un total de 45 actuaciones en festivales taurinos en todo el país y en plazas tan importantes como las de Quito, Cayambe y la misma Belmonte.

Desarrolla su vida diaria con normalidad: asiste al octavo año de básica del Colegio Nacional Tabacundo, cumple sus obligaciones estudiantiles, practica el toreo cada tarde y sigue con pasión a Liga de Quito, el equipo de sus amores.

Lo del pequeño Játiva es un importante llamado de atención a la sociedad en general respecto a la fuerza y la vigencia del arte de los toros, una actividad enraizada en el alma nacional.

No hay comentarios: