miércoles, 18 de marzo de 2009

Bitácora de América: Defensa y promoción de la fiesta: los casos de Venezuela, Ecuador y Perú


Por: Pedro Abad-Schuster (detorosenlibertad.com)
El objetivo común es orientar a la opinión publica en la defensa y promoción a ultranza del espectáculo taurino, a la luz del diagnostico de la realidad taurina (preocupaciones y frustraciones) de nuestros países. El “como hacerlo”, es a base de reunirse, sentarse a debatir y coordinar el desarrollo de actividades - conferencias, simposios, premiaciones - además de asistir y/o ver y estudiar corridas de toros.

En Venezuela y Ecuador se dan embates abiertos o solapados, de los gobiernos de turno, decididamente contrarios a la fiesta; por ello reaccionan auténticos taurinos, como el caso de los ecuatorianos y forman http://somosecuador.blogspot.com/ , presidida por Catalina Chiriboga, un ejemplo a seguir; son mil seiscientos adherentes voluntarios en una organización perfectamente blindada y organizada.
En Perú, luego de asistir al Foro Mundial de Cultura Taurina en Azores, el prestigioso taurino Raúl Aramburu Tizón plantea algo verdaderamente extraordinario, “ante una cada vez mas desfavorable confrontación que sin exagerar puede perfectamente herir de muerte al espectáculo taurino en nuestros países”. Y continúa el comunicador de televisión y critico taurino de los lunes en http://www.expreso.com.pe/:

“Esto requiere de renuncias (y de tragar sapos, por desagradable que sea) por lo que propongo que nosotros los periodistas Bartolomé Puiggros, Baldomero Cáceres, Magaly Zapata, Manuel González, Pablo Gómez de Barbieri, Raúl Aramburu Tizón - y cualquier otro cronista que quiera sumarse - dejemos de lado nuestras diferencias y nos sentemos a debatir sobre como defender y promover la fiesta. Es absolutamente necesario, se lo aseguro a la luz de lo que he podido ver en otros lados. Por ultimo, no es tanto drama, se pueden cambiar ideas civilizadamente si tenemos un objetivo común. Yo me encargo de organizarnos”.

La respuesta, luego de algunas semanas, ha motivado la Carta abierta de Raúl Aramburu a Bartolomé Puiggros, algo que podría ser un seguimiento de la anterior columna Bitácora de America: “La guerra de los lunes en la prensa taurina peruana”, y que necesariamente debe llevar a buen puerto, porque el interés personal de personas decentes y honorables es menor al interés por la defensa y promoción de la fiesta en el país.

“Carta abierta al cronista taurino de El Comercio señor Bartolomé Puiggros. Bartolomé, En la crónica que publicaste el lunes pasado 16 de marzo del 2009, haces mención a una convocatoria personal – y pública también, te recuerdo, en la edición de Expreso del pasado 2 de marzo – que he llevado a cabo mediante comunicaciones electrónicas a cada uno de los periodistas taurinos preocupado como estoy, y tú bien señalas, por la situación actual de la fiesta en nuestro país. Es cierto, estoy empeñado, por un simplísimo análisis de prioridades, en la necesidad urgente de reunir a los líderes de opinión de los diferentes medios para trazar objetivos comunes en vista de los riesgos a que está injustamente sometida la fiesta taurina en todo el orbe. Ello, acorde con lo que he podido observar en el exterior y por lo que a diario traen las noticias al respecto (y que todos conocemos pero percibimos lejanas aún del Perú)”.

“Te preguntas ¿Qué hay detrás de esto? Te lo diré claramente: mi sincero convencimiento que necesitamos unir esfuerzos contra el riesgo común, el de fuera, porque creo firmemente – con mea culpa incluído – que hemos perdido mucho tiempo en diferencias personales y desunión que no benefician a nadie, y por ello nos hemos despreocupado del que debería ser el objetivo de todos: defender la fiesta, nuestra fiesta. Eso, Bartolomé, es lo que hay detrás. Y nada ni nadie más. La vida me ha enseñado que nunca es tarde para corregir y que hay circunstancias que obligan, como las renuncias que exige el crear un bloque unido de quienes tenemos el deber de orientar a la opinión pública contra los gratuitos enemigos de la fiesta que sí están organizados (en todas partes), a dejar de lado los intereses propios en los que hemos estado imbuidos demasiado tiempo y buscar un interés común”.


“Es el caso de La Plataforma Taurina de Defensa de la Fiesta, que hace una gran labor. Es loable. Pero no creo que apoyarla o formar parte de ella nos inhiba, a los comunicadores, de nuestra parte de responsabilidad. En todo caso, debemos comprometernos en el firme objetivo de, por ejemplo, empujarla. O difundirla. O Integrarla. Por otro lado desde esta página he discrepado abiertamente – y probablemente, y felizmente añadiría, seguiremos discrepando – con tu forma de hacer periodismo taurino y de tu forma de ayuda a la fiesta en el Perú. Y si esa apasionada discrepancia alguna vez se excedió en sus juicios a tu labor periodística e invadió tu ámbito personal con una ofensa te pido, en este momento, públicas disculpas, las mismas que hago extensivas a todo aquel que se haya sentido ofendido por mis comentarios”.

“Creo e insisto en que el objetivo y el riesgo lo ameritan sobradamente, ya que parto de la premisa de establecer un nuevo ámbito de acción y una nueva etapa, donde los responsables –pasando por el debido respeto mutuo, mancillado últimamente sin necesidad (incluyo nuevamente el mea culpa) y la consideración debida por la opinión ajena – formemos un frente sólido en busca de horizontes que sobrepasen los intereses de cada uno. Y, repito, para ello la presencia de El Comercio es importante. Esa es, Bartolomé, y ninguna otra, la razón de la convocatoria. Espero que accedas, y contribuyas así a crear una nueva y monolítica etapa”.