lunes, 11 de mayo de 2009

Manifiesto por la defensa de la tauromaquia


1. La tauromaquia es una manifestación cultural de los pueblos de la península ibérica y de algunos países latinoamericanos que heredaron esta práctica en procesos de transculturación a través de la historia. Surgió de la adoración del toro bravo como especie que representa la belleza física, la bravura y la capacidad de reproducción. Se fue materializando como arte popular a través de la evolución de prácticas y ritos espontáneos que pretendían transmitir esos valores a los hombres; de juegos lúdicos que se ejecutaban espontáneamente para demostrar su valor y experimentar sensaciones de riesgo; y por la necesidad de los caballeros feudales de aprovechar la condición de acometer del bos taurus, para emprender ejercicios de preparación para la defensa del territorio y de los hombres a su cargo.

2.Entendemos por cultura como el proceso en el que los individuos construyen, comparten y transforman sus sentidos. Sentido es el conjunto de representaciones, símbolos, arquetipos, conceptos y significados construidos históricamente: Todo aquello a lo que el ser humano dota de sentido durante su existencia. A través de este proceso se construyen los conceptos de identidad, diversidad y, por ende, de la convivencia.

3.Como lo expresara el filósofo y pensador José Ortega y Gasset, no se puede entender la historia de España sin tener en cuenta la fiesta de los toros. Por ende, también la de una parte de nuestra historia. La tauromaquia representa la evolución social de España, desde su estructura feudal, con una fiesta protagonizada en principio por caballeros aristócratas, pasando por la revolución industrial, con un nuevo protagonista, el torero de a pie, de extracción popular, una proyección del proletariado, hasta su consolidación como espectáculo de masas gracias a la invención del ferrocarril y el advenimiento de los medios de información.

4.Es un arte porque cumple las tres condiciones fundamentales para poseer dicha categoría: Su fin es producir una emoción estética; como tal, está en perpetua evolución; y como todo arte, se ejecuta para un público.

5.Su existencia permite, además, la conservación de patrimonios culturales tales como espacios arquitectónicos (las plazas de toros), vestuarios y adornos del siglo 17, una gran variedad de ritmos y piezas musicales que inspira, términos que enriquecen la lengua castellana y un amplio inventario de obras plásticas de los más renombrados artistas, que han visto en la tauromaquia un espectáculo sensible y digno de ser representado.

6.Económicamente representa la generación de riqueza, el pago de impuestos y la inversión de capitales, muchos de los cuales se dirigen a obras solidarias de un gran impacto social. Además, ofrece empleo a centenares de personas que pueden acceder, gracias a la existencia de la fiesta, a un ingreso y a una oportunidad laboral digna.

7.Los adultos que son profesionales de esta actividad y los jóvenes que aspiran a serlo, encuentran en la tauromaquia un espacio de expresión y de realización artística y profesional. Siempre que respeten las leyes y el orden, los proyectos de realización personal son un derecho fundamental e inalienable. Todos ellos, sin excepción, son ciudadanos que se insertan pacífica y constructivamente en la sociedad.

8.Ecológicamente, contrario a lo que sus contradictores argumentan, la tauromaquia posibilita la conservación de una especie que fue extinguida en el resto del mundo. Un animal que acomete era un estorbo para la productividad económica, a menos de que se le castrara, lo que, de entrada, es la negación misma de este animal. Además de que se cría en exigentes condiciones fitosanitarias y alimenticias, es la especie de la que se tienen los más completos registros genéticos del mundo, superiores a los equinos. Gracias a la tauromaquia, se conserva una gran cantidad de encastes y ramas que constituyen un gran capital de biogenética animal.

9.Estudios de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, demuestran que el umbral de dolor del toro bravo es muy alto. Este animal libera durante la lidia grandes cantidades de betaendorfinas, con un alto efecto analgésico que bloquea en grandes proporciones el dolor. Además, el toro libera menos cantidad de cortisol durante la lidia, es decir, su nivel de estrés es más bajo que en otras circunstancias como el festejo de recortes, donde no se le somete a castigo algunos, o a actividades que parecerían rutinarias como el transporte en camiones u otro medio tecnológico.

10.La abolición de este tipo de manifestaciones tiene como consecuencia la homogenización y estandarización de prácticas culturales, cada vez más promovida por tendencias hegemónicas y de libre mercado.

11.La fiesta brava es un acto democrático. Lo rige un reglamento, genera diversas opiniones y permite la calificación colectiva. Como tal, reproduce en su dinámica los conceptos legislativos, ejecutivos y judiciales, soportes de las sociedades occidentales.

12. Las expresiones culturales no surgen por decreto, simplemente existen o no. Colombia es un país pluricultural y diverso. Su abolición no sólo atentaría contra esa diversidad, sino que es, a todas luces, un gesto antidemocrático, resultado de la imposición de conceptos del bien y del mal, que viola todos los derechos a la libertad de expresión y al libre desarrollo de la personalidad.

13. La democracia se soporta en el respeto a la diferencia y a la ley. La tauromaquia es una actividad reconocida por la constitución colombiana. Los gobernantes, las autoridades y los servidores públicos deberán promoverla y protegerla, al igual que al resto de manifestaciones que hacen parte del patrimonio cultural inmaterial de la Nación.


Por todo lo anterior, quienes gustamos de la tauromaquia, tenemos derecho a cultivar nuestros gustos y aficiones. La libertad se basa en el derecho a la diferencia. Así como debemos respetar la libertad y los derechos fundamentales de quienes no comparten nuestro gusto, tenemos derecho al mismo gesto de reciprocidad.

Los toros una fiesta popular

El origen de la fiesta de los toros en el Ecuador se remite a épocas coloniales, tiempos en que los conquistadores españoles trasladaron al nuevo mundo los juegos de toros y con ellos marcaron el futuro taurino de varios países iberoamericanos. La Conquista determinó una maravillosa fusión encarnada en el mestizaje y presente en la adopción de una nueva fe y nuevas costumbres que con el paso del tiempo se convirtieron en elementos muy propios del continente americano.
La nueva realidad étnico-cultural, resultado del encuentro de dos civilizaciones, estuvo marcada por las circunstancias dolorosas de la guerra de Conquista y el establecimiento de un importante avance en materia cultural, social y tecnológica. La fiesta de los toros no se mantuvo al margen de la asombrosa simbiosis.
El sincretismo que se produjo entre las fiestas religiosas católicas contenidas en el calendario español y las ancestrales celebraciones indígenas nacidas de la cosmovisión propia de los aborígenes, facilitó que pronto se asumiera a los toros y sus juegos como elementos consustanciales de la cultura popular, adornados por los extraordinarios matices otorgados por la sierra andina y el mestizaje plasmados de manera multicolor por elementos de origen claramente hispánico y otros de raíz indígena y precolombina.
Así las cosas, podemos concluir que la fiesta de los toros ha formado parte de la vasta riqueza cultural de la ciudad durante más de cuatro siglos.

Riqueza inmaterial
En el libro “La Fiesta Popular en el Ecuador” de Oswaldo Encalada Vásquez son permanentes las referencias al toro bravo como el eje de los espectáculos populares que se celebran en prácticamente todas las parroquias y cantones de las provincias de la Sierra ecuatoriana. El autor en la introducción de la obra conviene en la validez del sincretismo social, étnico y cultural, apuntando que “Uno de los primeros componentes más importantes de la cultura no material de los pueblos es aquel que tiene que ver con sus fiestas y celebraciones. En este campo como en muchos otros, nuestro país es extremadamente rico en sus manifestaciones. La convergencia de diversas etnias y hasta las razas ha creado un variado calidoscopio donde es posible apreciar desde los rituales netamente cristianos hasta las formas autóctonas andinas; desde la concepción occidental de la muerte, hasta las fiestas agrarias de los indígenas.
La convivencia de los diferentes elementos poblacionales ha logrado un mestizaje profundo y vital que forma el verdadero sustento de nuestra identidad”
En otros apartados del estudio se precisa el contenido de las fiestas, su extraordinaria puesta en escena y el exuberante contenido simbólico de las mismas, concluyendo que entre las más importantes manifestaciones populares e indígenas, las corridas de toros son un elemento básico de la riqueza inmaterial del Ecuador.


miércoles, 29 de abril de 2009

Mentiras de los proteccionistas


Por: Raul Gordon Blasini
Los llamados proteccionistas de animales o bien llamados "antitaurinos"Acusan a los componentes del mundo taurino, de Torturar a los toros. Quiero desmentir las acusaciones de dichos grupos citando frase a fraee, y por supuesto respondiéndole razonadamente ante cada observación.
1) "Antes de las corridas al toro lo encierran en un cajón oscuro"Me imagino que se referirá al chiquero. Precisamente, de mis experiencias en los desencajonamientos y manejos de los toros en las plazas de Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú, he sido testigo de esto. El toro, tras el desembarque, pesaje y primer reconocimiento. Con la lógica excitación y furia, solamente entra al chiquero si esta iluminado. Cuando entra, se le apaga la luz precisamente para que se quede tranquilo, y la verdad es que se quedan muy tranquilos. Nada inquietos y cuando levantas la trampilla, para mirar, mueven la cara hacia el agujero de luz casi con indiferencia, sin arrancarse ni hacer gestos violentos ni nada. Es para ellos como si fuera de noche, hora de relajarse y descansar.
2) "Sin agua ni comida para aterrorizarlo, confundirlo y debilitarlo".Mentira. Nadie quiere aterrorizar o confundir a un toro antes de que salga a la arena. Cuesta un dinero (Los proteccionistas sabran lo que cuesta un toro de lidia?) y se pueden arrancar, cornear las paredes o las puertas, lastimar, matar o perder o romper un pitón (cuernos). Se le echa agua, cebada, pasto, etc. Usualmente el camión que los trae, transporta la comida de los toros. De paso al llegar a los corrales se les da baños de agua para refrescarlos.
3) "Luego le dan con tablas y sacos de arena, en los riñones"Mentira. Eso era un truco para beneficiar a los toreros antiguamente. En el reglamento de Cádiz de 1848 se prohibía expresamente y en la plaza de Cádiz, en 1914, se acusa de que lo­ había hecho alguien para favorecer al novillero Sánchez Meji­as. Eso era y es un delito. Pero ese fraude era cuando los toros tenían poder y la fiesta estaba menos controlada. Hoy, con el toro tan flojito que hay, con el peto que permite poner puyazos muy serios, y con los adelantos que tenemos, a nadie se le ocurriría una manera tan burda de quitarle la fuerza a un toro. (Bueno parece que los "proteccionistas", se quedaron en el siglo18).
4) "Le introducen una aguja en los genitales, para que se vuelva loco del dolor"Mentira absurda. Nadie querría ponerse delante de un toro "loco de dolor" cuando ya en condiciones normales es todo un riesgo mortal. Además debe recordar que si el toro recibe el mayor honor del indulto, el ganadero lo quiere intacto, por que su semen refrescara la sangre de su ganadería.
5) "Le echan vaselina en los ojos para recortarle la visión"Esto lo único que demuestra es la ignorancia de quien lo dice. El toreo, la lidia, se basa en la visión del toro. Los matadores son los primeros que protestan cuando presumen que el toro no ve y hay casos en que se niegan a seguir toreando en esas circunstancias. Hay tres veterinarios para comprobar que vea bien y si no ve, desecharlos. Es una medida basada en la ignorancia del mentiroso acerca de la mecánica del toreo
6) "Le introducen algodón en la nariz y garganta para dificultarle la respiración"Esta es la cosa más absurda e ignorante que he oído en mi vida. Hoy los toros ventilan tan bien en la lidia que llegan al ultimo tercio con la boca cerrada. a) ¿Si a cualquier "proteccionista", le introducen algodón en la nariz y la garganta para dificultarle la respiración no se asfixiaría? b) ¿Si a estos señores o al toro le introducen algodón en la garganta no lo vomitaría o tendría arcadas?c) ¿Y como se consigue que un toro trague algodón? Me imagino al presunto manipulador de toros diciendo al toro "Esta cucharadita por el matador, esta otra por el ecologista, esta por mama¡". Sres. proteccionistas, estas acusaciones a los taurinos las han vivido Uds?. Como experiencia propia con sus animales?
7) "Al momento de salir le echan tiner en las patas para que salgan rasgando la arena y crean que es bravo".Otra muestra de total y absurda ignorancia. Escarbar es un defecto. A ningún ganadero le gusta que sus toros escarben y el público ve eso como un defecto. Para muchos aficionados y toreros escarbar es un símbolo de toro mentiroso, fanfarrón, que amenaza pero que no termina de embestir. El toro bravo se arranca como un tiro. Sin escarbar. ¿A quien le puede interesar que un toro escarbe y parezca manso? Es una mentira claramente inventada por uno que no es aficionado y que no tiene ni idea de las cosas del mundo del toro. Como las otras. Razón tiene un sacerdote que dijo una vez: Todo tocado de Dios es malo y mentiroso!.Insisto, primero debemos darle importancia a la vida del ser humano, y luego a la de los animales.
Fotografia: flickr.com

El toro al morir

Fotografía: P. Medina

Por: Fernando Iturralde Guerrero
La muerte del toro de lidia en cumplimiento de su predisposición ancestral, da razón a su propia existencia y garantiza la vida de la especie o subespecie.
El toro, al morir en la corrida, dignifica su condición de innata agresividad y agresiva belleza que desaparecería (y con ello la especie) en la innoble muerte de matadero, por sofisticada que esta llegue a ser.
Y el momento de la muerte, luchando por su vida, es el momento del nacimiento de otro toro de lidia, que espera cumplir un día, con su instinto, su destino mágico y ritual.
El hombre, su matador, armado de una espada que contrarresta las dos que el toro tiene, mira el lugar por donde ha de introducirla (no mira los cuernos) y se entrega al riesgo en un encuentro de suerte o muerte. El hecho de que los recursos técnicos que el hombre posee le favorezcan para salir casi siempre vencedor solamente confirma una realidad de la naturaleza que es la superioridad del hombre que posee esos recursos y que los ha adquirido en siglos de aprendizaje para vencer al toro.
Es necesario para lograr este resultado cumplir un proceso: la lidia; que se ha vuelto con el tiempo creativa y altamente estética, tendiente a dominar las condiciones de fortaleza del toro a través de capotazos que doblegan, la suerte de varas que ahorma y muletazos que detienen, no el instinto, no la voluntad de pelea, no la bravura, sino la fuerza que es superior a la del hombre.
La vituperada suerte de varas, medidor no solo de la fuerza sino de la raza, la genética y la voluntad tiene la imponente belleza del toro herido retornando, soberbio, valiente, sin renuncia a la pelea.
La imagen del toro arrancándose, engallado, arrogante, por segunda o tercera vez al caballo que lo castigará es lo que hay que ver y celebrar.
Mirar, con demagógicos acercamientos televisivos la sangre que corre, el hoyo que deja la vara y suprimir lo demás, como el comportamiento del animal durante esos momentos, su infatigable lucha posterior y su muerte, es salir del contexto, gozar con morbo de la misma manera que la pornografía goza al genitalizar el amor y lo saca de contexto.
Cuando un toro de gran bravura, muere en el centro del ruedo, usando su último aliento para embestir, estamos frente a una de las fuerzas más espectaculares y nobles de la naturaleza.
Y eso no se puede perder.

martes, 21 de abril de 2009

Convenio de colaboración Escuela Taurina Madrid - Somos Ecuador

Con gran satisfación informamos que trás gestiones realizadas por Somos Ecuador se ha logrado llegar a un acuerdo de cooperación entre entidades taurinas de España y Ecuador.
De esta manera, el pasado día 17 de abril, en Madrid, se llegó a un Convenio de Colaboración entre la Escuela de Tauromaquia "Marcial Lalanda", "Somos Ecuador", y el Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida.
De esta manera, los firmantes se comprometieron a compartir dentro de sus actividades académicas de investigación y de estudios, el propósito común de dotar a los aspirantes a toreros de sus respectivas circunscripciones, los soportes técnicos y didácticos necesarios para su preparación artística, sin olvidar su formación humana que les permita ser útiles a la sociedad y el de fomentar y organizar, en sus respectivas ciudades y paises, festejos de promoción como medio de encontrar nuevos valores.
Sobre la base de esta finalidad común y teniendo en cuenta los lazos de confratenidad existentes entre los dos países, se fomentarán los intercambios de alumnos de ambas instituciones en los términos que se concreten cada temporada.
Adjuntamos el convenio.







lunes, 20 de abril de 2009

Fundamentalismo Animal


Por: Fernando Iturralde Guerrero
En el enfrentamiento entre el toro y el hombre, realidad desde épocas tan remotas como la misma existencia del toro bravo y que está registrada en la pintura rupestre, triunfa con mayoría casi total, el hombre; ¡afortunadamente!
La lidia del toro bravo hecha bajo técnicas aprendidas (a lo largo de siglos, muchos más siglos de los que tiene la tauromaquia misma) da la ventaja al hombre que ha aprendido esas técnicas (al principio para sobrevivir); quien no las conozca y las practique no tiene ninguna posibilidad de vencer en un eventual encuentro.
El toro bravo, desde mucho antes, desde los albores del bos taurus primigenio, por su poder, su belleza, su agresividad irreversible, su condición de símbolo de la fertilidad y la fuerza ha sido escogido por el hombre para un enfrentamiento ritual, en el que el animal mas agresivo de la naturaleza tiene la posibilidad de mostrar su condición, generar el riesgo y el miedo, exigir una preparación especial y sucumbir la mayor parte de veces en un combate en el que su matador, hombre al fin, se impone, salvo alguna ocasión infortunada.
Pero se trata de un hombre preparado para hacerlo; quien no lo esté, reitero, perdería siempre.
La afirmación de que el toro es el mamífero más agresivo de la naturaleza se basa en esa condición que le impele a embestir, con toda su furia sin que en ello esté implícita una necesidad vital como el hambre, el sentirse acosado, el defender un lugar como lo hacen otros animales. Genéticamente está condicionado para esa intolerancia, condición que además le confiere la belleza que tiene. Uno de los espectáculos hermosos de la naturaleza es ver un ternero de lidia con apenas horas de nacido, embestir aun a las hojas que se mueven cuando sus extremidades temblorosas casi no pueden mantenerlo en pie.
Quizá haya que ver esto, para entender la profundidad biológica y antropológica que tiene la lidia de toros bravos.
Y el hombre, que desafía montañas, que ha llegado a volar, que se encuentra en la necesidad muchas veces de vencer las fuerzas de la naturaleza que le podrían aniquilar, simboliza su condición de ser humano con ritos que le ponen en el lugar que tiene y debe conservar.
El hombre ha utilizado la vida animal, en toda la historia, para incontables finalidades, su supervivencia física entre ellas y su supervivencia psicológica también, igual que su ritualidad religiosa y mágica, y lo seguirá haciendo.
El proteccionismo a la vida animal se justifica en la medida en que las pérdidas de especies animales, su maltrato, las practicas que van contra la naturaleza del animal mismo perjudique al hombre; lo contrario es poner en el mismo nivel a animales y hombres o aún más podría ponerse a los primeros en un nivel mas alto como sería soltar toros de lidia sobre personas que no sepan como burlarlos.
La ética del proteccionismo animal ha derivado hacia fundamentalismos que destruyen el principio ético original. Hay lugares en el planeta en los que el proteccionismo a las especies animales (que está bien) está por encima de la preocupación por el ser humano, en el África desnutrida por ejemplo, lo que no deja de ser un contrasentido.
En pinturas de las cuevas de Altamira ya se ve que las escenas de caza, cuando involucran al toro, hay hombres que huyen, otros que utilizan, a guisa de muleta algún paño para desviar el ataque del animal y aun escenas en las que con ágil pirueta un primitivo habitante salta por encima del toro que ataca.
La necesidad de autoafirmación de los pueblos, su instinto lúdico, su propio valor le han llevado a ritualizar el enfrentamiento natural, utilizando (lo contrario sería bárbaro) los recursos que tiene para burlar mientras este se muestra en todo su esplendor y concediéndole (y no hay otro ejemplo) la posibilidad de vencer.
El toro de lidia muestra en el espectáculo del que es el principal protagonista toda la fuerza, el poder, la belleza, la intolerancia y la hermosa agresividad con que la naturaleza le ha dotado.
El hombre le da esa oportunidad, lejana a la triste muerte del buey de matadero.
Fotografía: Beurt

viernes, 17 de abril de 2009

El coloquio La fiesta de los toros: Sevilla

Declaración final:
Nosotros, profesionales, investigadores y escritores de los ocho países de América y
Europa con tradición taurina, participantes en el coloquio La Fiesta de los toros: un
patrimonio inmaterial compartido, que acaba de celebrarse, a iniciativa de la Unión
Latina y con el apoyo de la Junta de Andalucía, en el marco incomparable de la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla, declaramos:

- Que la Fiesta de los toros, cuya expresión moderna se cristaliza en la
Península Ibérica al final del siglo XVIII, y de manera especial en Andalucía,
saca sus raíces de un fondo milenario de la cultura mediterránea heredada
por los pueblos latinos, en la cual el enfrentamiento entre el hombre y el toro,
y su interpretación simbólica, han dado lugar a un sinfín de mitos, de
celebraciones y de obras de arte.

- Que esta Fiesta, en sus diferentes interpretaciones, refleja la sensibilidad
específica de cada uno de los pueblos y comunidades que la comparten, pero
expresa al mismo tiempo, en el aspecto ético y cultural, los valores
fundamentales del hombre latino y su manera de enfrentarse con la vida, con
la muerte y con lo efímero.

- Que la tauromaquia está basada en el respeto que los ganaderos, toreros y
aficionados sienten por el toro durante su lidia y durante su cría en
condiciones óptimas de libertad, en unos espacios preservados que
constituyen una reserva ecológica insustituible para la fauna salvaje y la flora,
y que mantienen numerosas tradiciones y oficios de campo.

- Que la Fiesta de los toros, en definitiva, constituye un patrimonio cultural
inmaterial reuniendo todos los criterios especificados, en su artículo 2, por la
Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, firmada en
la UNESCO el 17 de octubre de 2003, que se aplica a los ámbitos de las
tradiciones y expresiones orales, de las artes del espectáculo, de las
actividades rituales y festivas, de las prácticas en relación con la naturaleza,
de los oficios y artesanías tradicionales.

- Que la protección de cualquier expresión del patrimonio inmaterial condiciona
la diversidad cultural y garantiza el desarrollo sostenible, como lo declara el
texto de esta convención en su primer considerando; que por otra parte la
promoción de la diversidad de las expresiones culturales ha sido objeto de
una convención firmada en 2005 por el conjunto de los estados representados
en la UNESCO, con el fin de evitar, dentro de los límites marcados por la
Declaración universal de los derechos humanos, los efectos negativos de la
globalización.
En consecuencia recomendamos a las autoridades competentes de nuestros
respectivos países que adopten todas las medidas necesarias para la protección y la
promoción de la Fiesta de los toros y para su reconocimiento como patrimonio
cultural inmaterial a nivel regional, nacional y mundial.
Felicitamos a la Unión Latina por la organización de este coloquio, a la Junta de
Andalucía por el apoyo brindado a este encuentro y, de manera más general, por su
compromiso en la promoción de nuestra Fiesta, y a la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla por su espléndida acogida. Agradecemos a todas las
instituciones y organismos por su colaboración y apoyo.
Adherimos a la Declaración del Foro Mundial de Cultura Taurina, celebrado en
Terceira a principios de este año, y apoyamos todas las iniciativas emprendidas por
organismos y asociaciones en nuestros ocho países para la defensa y promoción de
la Fiesta de los toros. Nos comprometemos a establecer una permanente
coordinación y solidaridad para mantener vivo este patrimonio inmaterial compartido
del mundo latino.
Sevilla, 16 de abril de 2009
Fuente: unilat.org