Por: David Izurieta (detorosenlibertad.com)
Pedro Abad-Schuster en su último artículo para este portal dio un panorama claro del contexto que vive la Fiesta Brava en Ecuador y Perú. La motivación para escribir, más cercanamente, acerca de la Fiesta en Ecuador viene dada por ser este 2009 un año particularmente delicado para el país, puesto que en abril se darán elecciones generales.
Bajo la coyuntura electorera la Fiesta todavía no ha sido tocada de forma directa por la mano de los políticos. Seguramente los candidatos a las distintas dignidades se dan cuenta de la fuerza popular que las corridas de toros tienen, no solo en Quito con su feria de diciembre, sino a lo largo y ancho del territorio ecuatoriano.
Dos ejemplos muy claros. El primero referente a Mocha, localidad de la serranía central que celebra una mini-feria de dos o tres festejos al año. Ahí no hay ganaderías de mayor renombre ni toreros extranjeros de primera línea. Lo que si hay es un público superior a las 20,000 personas, cantidad muy superior a la capacidad del estadio donde se arma la plaza portátil, teniendo los asistentes que presenciar las corridas y novilladas desde cerros cercanos a la misma. A Mocha “peregrinan” aficionados de todo el centro del país, convirtiendo a esta mini-feria en todo un acontecimiento de autentico sentir popular. El segundo, también referente al campo estadístico, tiene que ver con la asistencia que registra la Feria de Quito “Jesús del Gran Poder”. La denominada “Mejor Feria de América” registra nueve días de lleno en los tendidos. Esto significa una asistencia acumulada de aproximadamente 140,000 personas, cifra que relacionándola con “el deporte rey”, el fútbol, solo es patrimonio de la selección nacional y de un par de equipos de primera división. Este importante movimiento de gente, además de generar un sinnúmero de actividades comerciales y de contribuir fuertemente en el tema impuestos, debe ser visto -especialmente por los políticos- como una fuerza de cierto poder en las urnas.
Desde hace algún tiempo la Fiesta viene siendo atacada, concretamente desde sectores “ecologistas” y anti-españoles. Este ataque sordo, ciego y violento se da, curiosamente, únicamente en Quito y Guayaquil, descubriendo así su claro carácter publicitario y su falta de argumentos reales, pues los festejos taurinos se dan durante todo el año en Costa, Sierra y Amazonía del Ecuador. La pasada Feria de Quito se vio amenazada por dos prohibiciones gubernamentales, respecto a la entrada de menores de edad a los festejos taurinos y a la censura que cayó sobre las transmisiones de radio y televisión. La primera amenaza fue “lidiada y despachada” con éxito, mientras que todavía seguimos lidiando con la “mansa y descastada” censura mediática. Seguramente quienes promueven estas inconstitucionales e hipócritas acciones consideran erróneamente que los festejos taurinos son un espectáculo de minoría. Alguien me mostró alguna vez una foto donde media docena de personas protestaban airadamente contra las corridas en los exteriores de la plaza de Iñaquito, justo en el momento en que miles de personas salían de la plaza después de presenciar una corrida de feria. La imagen impacta por lo rotundo de la diferencia visual y además por la evidente contraposición de sentidos. En diciembre las Fiestas capitalinas giran alrededor de la Feria de Quito, desde que el visitante “se baja del avión”. Pero como esto no alcanza por si solo, los aficionados ecuatorianos ya hemos puesto manos a la obra.
Pedro se refirió a Somos Ecuador, un colectivo que ha logrado agrupar a todos los estamentos de la Fiesta ecuatoriana desde hace un par de años y que ha venido realizando una importante labor en defensa de la Fiesta. Desde artículos referentes a cultura taurina, pasando por la defensa de la Fiesta en la Asamblea Constituyente, hasta tertulias y conversatorios de análisis respecto a diversos temas de interés para la Fiesta. Según sus mentalizadores, Somos Ecuador es una organización horizontal, es decir que no tiene una jerarquización clásica. En ella confluyen empresarios, ganaderos, aficionados, periodistas, toreros, peñistas y demás personas relacionadas con el mundo taurino y lo hacen sin jerarquías pre-establecidas, sin cabezas figurativas, sin invitaciones personales ni formales. Este quizá sea el mayor merito de Somos Ecuador y la principal razón de su éxito: el abrir el espectro del mundo taurino más allá del hermetismo de las peñas y de las distintas agremiaciones “clásicas” del Mundo de los Toros, para acercarla al aficionado común. Por ejemplo, este 4 de abril nos iremos “de herradero” a la ganadería de Santa Coloma, en un acercamiento sin precedentes a una de las faenas camperas más importantes dentro de la crianza del toro bravo.
Desde hace algún tiempo la Fiesta viene siendo atacada, concretamente desde sectores “ecologistas” y anti-españoles. Este ataque sordo, ciego y violento se da, curiosamente, únicamente en Quito y Guayaquil, descubriendo así su claro carácter publicitario y su falta de argumentos reales, pues los festejos taurinos se dan durante todo el año en Costa, Sierra y Amazonía del Ecuador. La pasada Feria de Quito se vio amenazada por dos prohibiciones gubernamentales, respecto a la entrada de menores de edad a los festejos taurinos y a la censura que cayó sobre las transmisiones de radio y televisión. La primera amenaza fue “lidiada y despachada” con éxito, mientras que todavía seguimos lidiando con la “mansa y descastada” censura mediática. Seguramente quienes promueven estas inconstitucionales e hipócritas acciones consideran erróneamente que los festejos taurinos son un espectáculo de minoría. Alguien me mostró alguna vez una foto donde media docena de personas protestaban airadamente contra las corridas en los exteriores de la plaza de Iñaquito, justo en el momento en que miles de personas salían de la plaza después de presenciar una corrida de feria. La imagen impacta por lo rotundo de la diferencia visual y además por la evidente contraposición de sentidos. En diciembre las Fiestas capitalinas giran alrededor de la Feria de Quito, desde que el visitante “se baja del avión”. Pero como esto no alcanza por si solo, los aficionados ecuatorianos ya hemos puesto manos a la obra.
Pedro se refirió a Somos Ecuador, un colectivo que ha logrado agrupar a todos los estamentos de la Fiesta ecuatoriana desde hace un par de años y que ha venido realizando una importante labor en defensa de la Fiesta. Desde artículos referentes a cultura taurina, pasando por la defensa de la Fiesta en la Asamblea Constituyente, hasta tertulias y conversatorios de análisis respecto a diversos temas de interés para la Fiesta. Según sus mentalizadores, Somos Ecuador es una organización horizontal, es decir que no tiene una jerarquización clásica. En ella confluyen empresarios, ganaderos, aficionados, periodistas, toreros, peñistas y demás personas relacionadas con el mundo taurino y lo hacen sin jerarquías pre-establecidas, sin cabezas figurativas, sin invitaciones personales ni formales. Este quizá sea el mayor merito de Somos Ecuador y la principal razón de su éxito: el abrir el espectro del mundo taurino más allá del hermetismo de las peñas y de las distintas agremiaciones “clásicas” del Mundo de los Toros, para acercarla al aficionado común. Por ejemplo, este 4 de abril nos iremos “de herradero” a la ganadería de Santa Coloma, en un acercamiento sin precedentes a una de las faenas camperas más importantes dentro de la crianza del toro bravo.
Quedan muchos temas dentro del contexto de la Fiesta Brava ecuatoriana. Los festejos, las ganaderías y los toreros. A manera de avance valga comunicar que Quito también tendrá su corrida del Domingo de Resurrección. Será un mano a mano, goyesco, entre Juan Francisco Hinojosa y Martín Campuzano, dos de los matadores más jóvenes y prometedores del Ecuador, quienes lidiarán toros de Triana y del Pilar en la Plaza Belmonte de la capital ecuatoriana. Sobre este y otros temas de interés esperamos seguir comentando en el futuro.
* foto (flickr.com/Manon)
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